Cincuenta años de amor, no son dos días,
¡Cuántos soles alumbran su esplendor!
¡Cincuenta años de penas y alegrías!
Medio siglo que se alza triunfador!
¿Cuántos ojos contemplan esas lunas,
De ese tiempo feliz, germinador,
De una prole de bien, como ninguna
Que ha dado tanto fruto de su flor?
Este tiempo de olvido y destrucción
No es apto para tan noble siembra,
No es de hombres y mujeres esa unión,
¡No se une la pareja en comunión,
Se juntan los machos y las hembras,
Sin tan honda y hermosa relación!
ó
Valencia, 11/3/11
Poesia para Aniceto Cubillán y María Auxiliadora de Cubillán