martes, 5 de abril de 2011

CUBA (Caracas 1957)


Cimbreante vaivén de palma

Tiene tu ritmo dulzón,

De azúcar tienes el alma

Y es caña, tu corazón…


Tu sangre sensual es ron

Que por tus venas palpita,

Como el bongó que se agita

Bajo los golpes del son…


Si lloras, cubano mío,

Nostalgias de tu palmar,

Nostalgias de tu bohío,

Contigo quiero llorar…


Llorar el coral de tejas

Que bordeaba tu solar,

Tu barrio y tu calle vieja

Que ya no puedes mirar…


¡Tu familia, tus amigos

Y cuánto pudiste amar,

Cubano, llorar contigo

Tu eterno peregrinar!


A mi cuñado: José de Jesús Plana

Caracas, 1957

lunes, 4 de abril de 2011

CUBA


¡Ay, joya de las Antillas,

Que brillas como una estrella

Que hubiera caído al mar;

Y entre tus ruinas destellas

Todas las mil maravillas

De una belleza sin par!


¡Qué prestancia, qué grandeza,

Qué condición imperial;

Pareces una princesa

Que aún se yergue triunfal!


¡Es tan grande tu prodigio,

Que no es la revolución

La que te obliga a morir;

Sino tu augusto vestigio,

Que no tiene parangón

El que se empeña en vivir!


Y hermosa, pero marchita,

Del maltrato y del olvido,

De ese monstruo que ha nacido

De tus entrañas benditas,


¡Ay, joya de las Antillas,

A quién ni siquiera humilla

La pobreza que te agobia,

Tu pareces ser la novia

De ese mar que a tus orillas

Embrujado se arrodilla!