Mi pobre pajarillo prisionero
En dos jaulas distintas a la vez,
En una tu mente está primero
Y en otra, tu cuerpo está después…
Cada vez que de una te liberas,
La otra te aprisiona sin piedad…
¡parece que acechándote estuvieran
Las dos, en fatal complicidad!
Si estás loco, no sabes que estás preso
¡te libera un instante, tu locura…!
…Y al volver tu cordura, de regreso,
Te enfrentas con la máxima tortura,
De saber, que dos veces, estás preso,
¡con tu cuerpo y un mal que no se cura!
A Daniel y Alfredo
Con todo mi cariño
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